Mi
madre siempre ha ido en bicicleta, o yo lo recuerdo así, que para el
caso es lo mismo.
Cuenta que el día que se puso de parto de su 4º
churumbel (o sea, yo), tuvo que ir a dejar a mis hermanos con
su suegra porque mi padre trabajaba fuera y ella vivía sola en la
huerta. También la recuerdo llevándome a parvulario en su vieja
carbonera oxidada, a las clases de música, "al pueblo" a cualquier cosa
(los que vivimos en la huerta le llamamos pueblo al pueblo, claro está).
Pegaba la cara a su espalda, llevaba cuidao de no meter los pies entre
los radios de las ruedas, me agarraba fuerte y desde ahí veía el mundo.
Qué bonicas imágenes quedan en mi memoria. A ver si se calma el viento y
voy a recoger a los churumbeles en bici.
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